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Las Agendas Urbanas: Reflexiones desde la Experiencia (2 de 3)

En este segundo post analizamos nuestra experiencia con las entidades locales con los que hemos trabajado en el diseño de sus planes de acción local. Si te interesa recuperar el primero de los publicados puede acceder a través del siguiente enlace:

https://agendaurbana.info/agenda-urbana/agendas-urbanas-reflexiones-desde-la-experiencia-1/

6. La diferencia entre una agenda urbana y un plan municipal. Sin duda, una de las ideas más difíciles de transmitir en todo el proceso ha sido la concepción de la agenda urbana como una “agenda de ciudad” y no como “plan del ayuntamiento” o un “plan de mandato del Equipo de Gobierno”.

Es cierto que el ayuntamiento es un agente clave en cualquier plan local de desarrollo que afecte a la ciudad, pero no el único. No podemos hablar de ordenación del territorio, urbanismo, vivienda, desarrollo económico, empleo, bienestar social, etc. y obviar que son competencias autonómicas.

Con las agendas no se trata de “marcar el paso” de la gestión municipal a lo largo de los próximos años, sino de consensuar entre todos los actores urbanos públicos y privados (cada uno con sus políticas y competencias) cómo podemos contribuir a mejorar nuestra ciudad desde el punto de vista económico, social y medioambiental.

7. Lo difícil que es planificar; “poner las luces largas”. A una administración como la local, tan cercana a la ciudadanía y centrada en la resolución de sus “pequeños” problemas de “día a día”, le es difícil “levantar la vista” y tratar de imaginar el futuro deseable, aunque éste solo sea a escasos ocho años vista.

Planificar entraña algunas veces la asunción de ciertos riesgos y, con ello, la posibilidad de equivocarnos (ninguno somos adivinos) y esto no es algo común en nuestra querida Administración Pública. La sombra de la “potestas” pública es muy alargada…

No obstante, también es cierto que la situación es mucho mejor que hace apenas diez años.  “Progresamos adecuadamente”. Un ejemplo de ello es el legado que están dejando las controvertidas y complicadas Estrategias de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado (EDUSI) en aquellas ciudades que las están ejecutando. Ciudades mucho más maduras, que valoran disponer de una estrategia sostenible y la necesidad de actualizarla de cara a 2030.

8. Pero aún más difícil resulta “romper los silos”. La AUE nos propone un innovador sistema de gobernanza para el cual, nos tememos, aún no estamos demasiado preparados. Diseñar, ejecutar y monitorizar una agenda urbana requiere dejar de lado la visión sectorial de cada política urbana (urbanismo, medio ambiente, bienestar social, vivienda, etc.) en favor de una visión transversal e integrada que se refuerce y retroalimente para mejorar su eficacia y eficiencia.

La Carta de Leipzig, de 2007, recientemente renovada en 2020 por la UE, ya abogaba por esta visión integrada del desarrollo urbano para mejorar la sostenibilidad de nuestras ciudades, pero a pesar de los esfuerzos y los diferentes programas europeos aprobados desde entonces (Iniciativas Urban, Urbana, EDUSI, etc.), todavía queda mucho por hacer.

9. El valor de un buen diagnóstico. La AUE propone una metodología (fichas, DAFO, indicadores, etc.) para hacer un buen diagnóstico de la ciudad y, sobre el mismo, establecer unos objetivos ajustados a cada realidad (Marco Estratégico) e identificar los proyectos que respondan a estos objetivos (Plan de Acción). No obstante, en algunas ocasiones nos hemos encontrado ciertas reticencias por parte de las autoridades locales porque no les gusta como su ciudad “sale en la foto”.

Sin duda es un error. Si no somos capaces de ver la realidad actual, difícilmente podremos trabajar para mejorarla. Pero bueno… ya hemos señalado que es difícil entender que el ayuntamiento no es el único responsable de la situación de partida.

10. Y más aún, el valor de la participación. ¡Qué enriquecedores resultan los procesos participativos asociados al diseño de las agendas! Realmente sorprendentes. Aunque la literatura sociológica y política está repleta de términos como “transparencia”, “participación” o “cogobernanza” (muchas veces más bien como recurso discursivo que como realidad), no se es consciente de su valor hasta que realmente la haces efectiva. Hasta que hablas, de tú a tú y sin barreras, con las personas, empresas, colectivos y asociaciones a las que les importa su ciudad, y les pides su opinión sobre tus propuestas o les invitas a proponer las suyas propias.

Destacamos especialmente el trabajo que algunas agendas han realizado con la infancia y la juventud, verdaderos/as beneficiarios/as o víctimas de la propuesta planificadora. Actividades como representaciones teatrales, competiciones deportivas, concursos de rap (peleas de gallos), de grafitis, de redacción, de dibujos, de logotipo de la agenda, etc. nos han ayudado a conocer sus puntos de vista y profesionalmente nos han encantado y llenado de energía.

11. Y el papel clave de la comunicación. Una estrategia de comunicación adecuada es clave para garantizar que a lo largo del proceso se favorezca la inclusión, transparencia, concienciación e implicación más activa de la sociedad en su conjunto. Así, la comunicación juega un papel fundamental tanto en el desarrollo, como en la posterior implementación de la Agenda, entendiéndose como un proceso continuo, que mantenga a los distintos actores y a la ciudadanía informada de los avances y posibilite la participación.

En este sentido, y a diferencia de otras actuaciones previas de desarrollo urbano, el propio MITMA ha desarrollado una página web completa y accesible, con detallada información y recursos sobre la Agenda Urbana Española (www.aue.gob.es). Además, la Convocatoria recogía la posibilidad de incluir la comunicación como gasto elegible…

Y este guante ha sido recogido por las entidades piloto, desarrollando páginas web específicas para sus proyectos, editando vídeos para su difusión en plataformas digitales y reforzando los mensajes en sus redes sociales. Con ello, se ha logrado una amplia difusión de la Agenda Urbana y sus Planes de Acción, aunque concentrada en un reducido tiempo. No obstante, las entidades son conscientes de que estas y otras acciones comunicativas deberán mantenerse y actualizarse para garantizar un lugar de encuentro con la ciudadanía durante todo el periodo.

12. El fortalecimiento de la capacidad administrativa: una asignatura pendiente. Algo que realmente nos preocupa: una vez aprobados todos estos planes, ¿realmente tienen los ayuntamientos la capacidad técnica necesaria para poder ponerlos en marcha, ejecutarlos, evaluarlos y, en su caso, reprogramarlos?

Durante muchos años nos hemos excusado en la falta de financiación para poder ejecutar planes parecidos a los que proponen la AUE. ¿Recordamos las agendas 21? Pero nos tememos que ésta ya no es el aspecto clave. Tanto Next Generation, como la Política de Cohesión 2021-2027 contemplan recursos más que suficientes para que cualquier ayuntamiento “espabilado” pueda financiar sus proyectos.

Creemos que ahora, el problema es más complicado. Tenemos una Administración Local con escasos recursos humanos y en gran medida anquilosada por “formas de hacer” que ya no se ajustan a las necesidades actuales de la ciudadanía. Como ejemplo, basta un somero análisis de los procedimientos administrativos que se prestan en formato electrónico para darnos cuenta de esta realidad y la necesidad de invertir en sus equipos técnicos.

En fin, tenemos un panorama difícil, pero igualmente lleno de retos y oportunidades que debemos aprovechar porque la ciudadanía se lo merece. Nos vemos en el tercer post en el que reflexionaremos sobre los aspectos más operativos de la Convocatoria MITMA recién cerrada.

Equipo Desarrollo Urbano Sostenible de Daleph

Recuerda que puedes consultar el post LAS AGENDAS URBANAS: REFLEXIONES DESDE LA EXPERIENCIA (I) en el siguiente enlace:

https://agendaurbana.info/agenda-urbana/agendas-urbanas-reflexiones-desde-la-experiencia-1/

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